23 de septiembre de 10
Río Negro y la sojización
Asociación Civil Árbol de Pie
Sr. Gobernador de la
Provincia de Río Negro.
Dr. Miguel Saiz
A partir de la noticia sobre la incorporación de nuestra provincia a la producción sojera, desde la Asociación Civil Árbol de Pié queremos manifestar nuestro total rechazo a la decisión tomada por Ud., manifestar que sinceramente no entendemos cómo esta nefasta noticia puede ser presentada ante la opinión pública como un logro de su gobierno y aún más, resaltando que Río Negro será la primera provincia patagónica en hacerlo, y alertar a toda la población de Río Negro sobre las graves consecuencias que aparecerán por la decisión del ejecutivo provincial de iniciar el camino de la sojización..
Sr. Gobernador, la ciencia y la justicia ya hablaron al respecto, pero parece que los políticos miran para otro lado. ¿Asumirá Ud, las consecuencias sociales y ambientales que generará el cultivo de la soja y la dispersión de los herbicidas? ¿Se ha informado Ud. con profundidad sobre este tema con profesionales confiables? ¿Ha evaluado el costo/beneficio de someter a la población rionegrina a semejante peligro?
Más allá de todo lo que podamos decir, consideramos necesario que nos escuche no solo a nosotros como una Ong ambientalista o como habitantes de esta provincia sino también a quienes desde su saber tienen algo que decir, por ello a continuación transcribimos parte de una publicación del Ing. Agrónomo Genetista, Sr. Alberto Lapolla que textualmente dice:
“Argentina es parte de los 19 países que permiten el cultivo de variedades transgénicas o modificadas genéticamente (OGM). Es también uno de los 5 que lo permiten a gran escala. Más aun, es el primer país del mundo en cuanto a porcentaje de expansión de los OGM respecto del total de su producción.
El 99% de la soja sembrada en nuestro país es sojaRR, es decir OGM, para hacerla resistente al herbicida glifosato. Siendo la soja una especie de polinización cerrada o autógama en un porcentaje del 95 al 99%, es dable suponer que la soja no transgénica (la llamada soja orgánica) no existe en nuestro territorio. Esto sólo ya constituiría un grave problema.
La Argentina decidió abandonar su Soberanía alimentaria, junto con la pérdida de su soberanía económica y política. Cuando Martínez de Hoz Ministro de economía de Videla expresó: ‘si la nación va a producir acero o galletitas lo va a decidir el mercado’, hacía referencia a este cambio de modelo. La nación industrial tecnológica y científica anterior a 1976-1989 dejó de existir. Con ella también lo hizo la nación que producía alimentos para su gran mercado interno –su pueblo- e insumos para su industria.
En un proceso perverso y neocolonial la nación dejó de producir acero, camiones, vagones, tractores, aviones, tanques y barcos. Junto con la entrega de su petróleo, su gas, su energía eléctrica, sus rutas y la destrucción de sus FFCC., dejó de producir alimentos como maíz, trigo, papa, batata, lentejas, arroz, frutales, productos hortícolas, algodón, carne ovina, y alimentos en general, para pasar a destinar toda su economía a producir pasto-soja. Así China, la UE y otros países industrializados crían su ganado y producen carne para abastecer a los emergentes y gigantescos mercados asiáticos donde se asienta el futuro de la humanidad, con el pasto-soja barato que les vendemos.
En términos ecológicos y ambientales, todo el sistema de Siembra directa-sojaRR-glifosato, no es más que un gigantesco experimento en 15 millones de hectáreas de selección de malezas resistentes y contaminaciones genéticas verticales y horizontales irreversibles, apenas imaginadas.
En síntesis esta verdadera catástrofe ambiental, social y económica se ha llevado adelante para producir pasto-soja, así los países industriales pueden producir carne a bajo costo subsidiada por el hambre, el desempleo, la enfermedad y la devastación ambiental de la Argentina y los argentinos.”
Mientras científicos y organizaciones ambientales alertan sobre los riesgos de la sojización, ya hay cuatro fallos judiciales que ordenan el cese de las fumigaciones con glifosato. El debate comienza a vencer al silencio. La Ley General del Ambiente N°25675, existe.
Los pibes son las víctimas:
Un reciente informe elaborado por la Comisión de Investigación de Contaminantes del Agua del Chaco revela que en esa provincia, durante los últimos diez años se triplicaron los casos de cáncer en niños menores de 10 años y se cuadruplicaron los nacimientos con malformaciones. Este incremento se produjo especialmente en zonas donde se fumiga intensivamente con agrotóxicos. “Además, los agrotóxicos también están contaminando el río Paraguay que desemboca en el Paraná”, explicó al momento de la presentación el doctor Rolando Núñez, integrante del Centro Nelson Mandela del Chaco.
La mayor parte de los casos de cáncer en chicos son de la localidad de La Leonesa, un pueblo de 10 mil habitantes ubicado a 60 kilómetros de Resistencia y epicentro de las denuncias por el uso de herbicidas y plaguicidas como glifosato, endosulfan, metamidofos, picloran y clopirifod, entre otros químicos usados para los cultivos de soja.
La Comisión que llevó adelante el relevamiento estuvo integrada por especialistas de los ministerios de salud del Chaco y de la Nación, la Administración Provincial del Agua (APA) y la Universidad Nacional del Nordeste y trabajó durante cinco meses en las principales localidades sojeras de la provincia. Su conformación es el resultado de un proceso de movilización de las sociedades que se están dando en varios pueblos de la provincia acosados por el uso de los agrotóxicos.
En los ’90 se registró un promedio de 0,2 casos de cáncer en niños anuales en tanto que en la última década se contabilizaron 0,6 casos por año. Respecto de las malformaciones en recién nacidos crecieron aún más. Así, por ejemplo, en el lapso de un año, entre 1997 y 1998 en el Chaco hubo 24.030 nacimientos de los cuales se diagnosticaron 46 malformaciones. Una década después, entre 2008 y 2009 se registraron menos nacimientos (21.808) pero se multiplicaron las malformaciones: 186 casos.
El informe oficial destaca que se pasó de un índice de 19,1 por cada 10 mil nacidos a 85,3. Los datos corresponden a la Unidad de Terapia Intensiva (UTI) de Neonatología del Hospital Perrando de Resistencia. De 1997 a 1998 hubo un promedio de 4,9 casos por mes. De 2001 a 2002 creció a 7,5 casos.
El informe señala la multicausalidad del cáncer, pero llama la atención: “Este incremento de la casuística coincide con la expansión de la frontera agrícola vulnerando la salud de la población debido a que las prácticas y técnicas de cultivo incluyen pulverizaciones aéreas con poderosos herbicidas”.
Para cuando dentro de unos años esta historia llegue a los cines y pelee por el Oscar, no habrá modo de resarcir víctimas ni estragos ni retroceder en el tiempo: será previsiblemente tarde.
NO IMPEDIR UN RESULTADO QUE SE TIENE LA OBLIGACION DE EVITAR, EQUIVALE A PRODUCIRLO.
Provincia de Río Negro.
Dr. Miguel Saiz
A partir de la noticia sobre la incorporación de nuestra provincia a la producción sojera, desde la Asociación Civil Árbol de Pié queremos manifestar nuestro total rechazo a la decisión tomada por Ud., manifestar que sinceramente no entendemos cómo esta nefasta noticia puede ser presentada ante la opinión pública como un logro de su gobierno y aún más, resaltando que Río Negro será la primera provincia patagónica en hacerlo, y alertar a toda la población de Río Negro sobre las graves consecuencias que aparecerán por la decisión del ejecutivo provincial de iniciar el camino de la sojización..
Sr. Gobernador, la ciencia y la justicia ya hablaron al respecto, pero parece que los políticos miran para otro lado. ¿Asumirá Ud, las consecuencias sociales y ambientales que generará el cultivo de la soja y la dispersión de los herbicidas? ¿Se ha informado Ud. con profundidad sobre este tema con profesionales confiables? ¿Ha evaluado el costo/beneficio de someter a la población rionegrina a semejante peligro?
Más allá de todo lo que podamos decir, consideramos necesario que nos escuche no solo a nosotros como una Ong ambientalista o como habitantes de esta provincia sino también a quienes desde su saber tienen algo que decir, por ello a continuación transcribimos parte de una publicación del Ing. Agrónomo Genetista, Sr. Alberto Lapolla que textualmente dice:
“Argentina es parte de los 19 países que permiten el cultivo de variedades transgénicas o modificadas genéticamente (OGM). Es también uno de los 5 que lo permiten a gran escala. Más aun, es el primer país del mundo en cuanto a porcentaje de expansión de los OGM respecto del total de su producción.
El 99% de la soja sembrada en nuestro país es sojaRR, es decir OGM, para hacerla resistente al herbicida glifosato. Siendo la soja una especie de polinización cerrada o autógama en un porcentaje del 95 al 99%, es dable suponer que la soja no transgénica (la llamada soja orgánica) no existe en nuestro territorio. Esto sólo ya constituiría un grave problema.
La Argentina decidió abandonar su Soberanía alimentaria, junto con la pérdida de su soberanía económica y política. Cuando Martínez de Hoz Ministro de economía de Videla expresó: ‘si la nación va a producir acero o galletitas lo va a decidir el mercado’, hacía referencia a este cambio de modelo. La nación industrial tecnológica y científica anterior a 1976-1989 dejó de existir. Con ella también lo hizo la nación que producía alimentos para su gran mercado interno –su pueblo- e insumos para su industria.
En un proceso perverso y neocolonial la nación dejó de producir acero, camiones, vagones, tractores, aviones, tanques y barcos. Junto con la entrega de su petróleo, su gas, su energía eléctrica, sus rutas y la destrucción de sus FFCC., dejó de producir alimentos como maíz, trigo, papa, batata, lentejas, arroz, frutales, productos hortícolas, algodón, carne ovina, y alimentos en general, para pasar a destinar toda su economía a producir pasto-soja. Así China, la UE y otros países industrializados crían su ganado y producen carne para abastecer a los emergentes y gigantescos mercados asiáticos donde se asienta el futuro de la humanidad, con el pasto-soja barato que les vendemos.
En términos ecológicos y ambientales, todo el sistema de Siembra directa-sojaRR-glifosato, no es más que un gigantesco experimento en 15 millones de hectáreas de selección de malezas resistentes y contaminaciones genéticas verticales y horizontales irreversibles, apenas imaginadas.
En síntesis esta verdadera catástrofe ambiental, social y económica se ha llevado adelante para producir pasto-soja, así los países industriales pueden producir carne a bajo costo subsidiada por el hambre, el desempleo, la enfermedad y la devastación ambiental de la Argentina y los argentinos.”
Mientras científicos y organizaciones ambientales alertan sobre los riesgos de la sojización, ya hay cuatro fallos judiciales que ordenan el cese de las fumigaciones con glifosato. El debate comienza a vencer al silencio. La Ley General del Ambiente N°25675, existe.
Los pibes son las víctimas:
Un reciente informe elaborado por la Comisión de Investigación de Contaminantes del Agua del Chaco revela que en esa provincia, durante los últimos diez años se triplicaron los casos de cáncer en niños menores de 10 años y se cuadruplicaron los nacimientos con malformaciones. Este incremento se produjo especialmente en zonas donde se fumiga intensivamente con agrotóxicos. “Además, los agrotóxicos también están contaminando el río Paraguay que desemboca en el Paraná”, explicó al momento de la presentación el doctor Rolando Núñez, integrante del Centro Nelson Mandela del Chaco.
La mayor parte de los casos de cáncer en chicos son de la localidad de La Leonesa, un pueblo de 10 mil habitantes ubicado a 60 kilómetros de Resistencia y epicentro de las denuncias por el uso de herbicidas y plaguicidas como glifosato, endosulfan, metamidofos, picloran y clopirifod, entre otros químicos usados para los cultivos de soja.
La Comisión que llevó adelante el relevamiento estuvo integrada por especialistas de los ministerios de salud del Chaco y de la Nación, la Administración Provincial del Agua (APA) y la Universidad Nacional del Nordeste y trabajó durante cinco meses en las principales localidades sojeras de la provincia. Su conformación es el resultado de un proceso de movilización de las sociedades que se están dando en varios pueblos de la provincia acosados por el uso de los agrotóxicos.
En los ’90 se registró un promedio de 0,2 casos de cáncer en niños anuales en tanto que en la última década se contabilizaron 0,6 casos por año. Respecto de las malformaciones en recién nacidos crecieron aún más. Así, por ejemplo, en el lapso de un año, entre 1997 y 1998 en el Chaco hubo 24.030 nacimientos de los cuales se diagnosticaron 46 malformaciones. Una década después, entre 2008 y 2009 se registraron menos nacimientos (21.808) pero se multiplicaron las malformaciones: 186 casos.
El informe oficial destaca que se pasó de un índice de 19,1 por cada 10 mil nacidos a 85,3. Los datos corresponden a la Unidad de Terapia Intensiva (UTI) de Neonatología del Hospital Perrando de Resistencia. De 1997 a 1998 hubo un promedio de 4,9 casos por mes. De 2001 a 2002 creció a 7,5 casos.
El informe señala la multicausalidad del cáncer, pero llama la atención: “Este incremento de la casuística coincide con la expansión de la frontera agrícola vulnerando la salud de la población debido a que las prácticas y técnicas de cultivo incluyen pulverizaciones aéreas con poderosos herbicidas”.
Para cuando dentro de unos años esta historia llegue a los cines y pelee por el Oscar, no habrá modo de resarcir víctimas ni estragos ni retroceder en el tiempo: será previsiblemente tarde.
NO IMPEDIR UN RESULTADO QUE SE TIENE LA OBLIGACION DE EVITAR, EQUIVALE A PRODUCIRLO.
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